jueves, 24 de diciembre de 2009

Jingle Bells


Este año me encuentro un poco apático en estas fechas; no tengo muchas ganas de Navidad, o más bien, de lo que se nos vende como Navidad: comprar, comer, beber; seguir comprando, seguir comiendo, seguir bebiendo... gente, mucha gente por todos lados, y compras, compras y más compras, además de alguna que otra visita de compromiso... La verdad es que conforme pasan los años la Navidad pierde interés para mí. Debe ser que me hago mayor, o que cada vez tengo menos dinero, que to' pue' ser...

No obstante, hice un gran esfuerzo y aquí me tienen, recordando la Navidad, la dulce y blanca Navidad (allá donde nieve)... Pero si hasta os puse lucecitas y todo. No os podéis quejar, ¿eh?...



Probablemente, lo mejor de esta época del año es que uno vuelve a reencontrarse con viejos temas musicales tan bonitos como este "Jingle Bells" que hoy os traigo. Recupero, para la víspera de Navidad -no podía ser de otra forma-, la elegante versión que nos dejó nuestro querido Dean Martin hace ya unos cuantos años. Pueden encontrarla en el álbum "Christmas with Dino", uno de los mejores recopilatorios navideños que haya tenido la oportunidad de escuchar, y el obsequio perfecto para los rezagados de última hora que acostumbren regalar algún detallito por Papá Noel (otra festividad importada). Un trabajo soberbio, quedarán ustedes bien regalándolo. C'est qualité!





Y sin nada más que añadir por el momento, me despido de ustedes hasta la próxima. Reciban todos mis más sinceros deseos de felicidad en estos días de absurdos excesos y, ¡buen provecho!, tanto en la tradicional cena de Nochebuena como en todas las que le siguen. Pásenlo bien, sean razonablemente buenos (ni mucho, que abusan; ni poco, que se molestan) y aprovechen para reflexionar -costumbre ésta muy saludable- y hacer balance del año que nos deja. Nos vemos en unos días, o tal vez semanas, quién sabe...






Imagen: Frank Sinatra, Dean Martin y Deana Martin en un descanso durante la grabación de un especial de Navidad en el año 1967.

martes, 22 de diciembre de 2009

No soporto #12

La pronunciación de los nombres comerciales de ciertos perfumes en los anuncios publicitarios de televisión.



No se puede tener menos gracia a la hora de decir un nombre, pero, al parecer es lo que vende... Por cierto, no puedo evitarlo: siempre acabo acordándome del chiste de Barbra (pronúnciese adecuadamente), jeje...

domingo, 20 de diciembre de 2009

El Carnicero (Claude Chabrol, 1970)

A mi buen amigo Fandestéphane, gracias al cual pude descubrir una gran película de la mano de su amor platónico, la actriz francesa Stéphane Audran ─me atrevería a decir que una pieza clave en su vida...




Escrita y dirigida en 1970 por Claude Chabrol, un cineasta francés al que muchos comparan con Alfred Hitchcock, en "El Carnicero" (Le Boucher, en su título original), su director nos ofrece un interesante thriller que constituye, por encima de todo, un extenso y complejo estudio de comportamientos y caracteres, más cercano por tanto al drama psicológico que al thriller propiamente dicho.




Después de unos sugerentes y originales títulos de crédito iniciales en que vemos una serie de pinturas rupestres con escenas de cacería al son de una inquietante música (algo que nos puede indicar que muy feliz no será el final...), asistimos a una panorámica derecha-izquierda de un pueblo en apariencia tranquilo: la pequeña villa de Trémolat, en Périgord (Francia). Podríamos decir que el tipo de pueblo en el que nunca esperaríamos pudiese ocurrir nada fuera de la norma (me recordó un poco a Twin Peaks en ese sentido).




La historia comienza con la celebración de una boda. Coronando la tarta nupcial dos figuritas, novia y novio, mirando hacia lados opuestos; mal presagio... Entre los asistentes al convite, un carnicero y una joven maestra que aprovecharán la coyuntura para entablar amistad. Sobre el pasado de los protagonistas poco sabemos, tan sólo lo que ellos mismos nos van contando a través de sucesivas citas. El carnicero muestra destreza con el cuchillo...








Popaul (Jean Yanne), el carnicero, parece renegar de sus años en el ejército, manifestando con insistencia gran desprecio hacia esa etapa de su vida. Nunca se llevó bien con el padre y bajo una fachada en apariencia agradable, bromista y distendida deja entrever una personalidad solitaria atormentada por grandes traumas. Su trabajo en la carnicería tampoco le entusiasma demasiado...




Hélène (Stéphane Audran), la joven maestra y directora de la escuela, responde al patrón de una mujer moderna (conducía un "dos caballos" y fumaba en la calle en aquellos años...), liberal e independiente (que no es lo mismo que solitaria, aunque también fuera soltera). El dato más relevante sobre su pasado -y casi el único que se nos revela- es que tiempo atrás sufrió un gran desengaño amoroso fruto del cual muestra, en la actualidad, gran desencanto con las relaciones de pareja y el matrimonio. Su vida se reduce al trato con sus niños (sus alumnos) y poco más... el yoga, tal vez, para liberar tensiones.... «Si no se hace el amor de vez en cuando se vuelve uno loco» ─le dijo Popaul en una ocasión. Quizá ella encuentra en la meditación la forma de canalizar adecuadamente las pasiones reprimidas... «haciéndolo, también se vuelve uno loco, eso no tiene nada que ver» ─replicó ella.








Todo parecía marchar bien, pero la armonía se ve de pronto perturbada cuando en el pueblo comienzan a aparecer, una tras otra, varias mujeres asesinadas a filo de navaja. El asesino parece ser la misma persona a juzgar por el modus operandi. Entre las víctimas, hasta tres se cuentan, la novia de la boda con que arranca la película. La intriga está servida.

Y es justo en el momento en que la amistad entre el carnicero y la maestra parecía consolidarse cuando, un mechero encontrado por ésta en la escena de uno de los crímenes, le hace levantar sospechas sobre su tenaz y cada vez más misterioso pretendiente: Popaul el carnicero... Hasta aquí puedo leer. Si quieren ustedes conocer el resto deben ver la película. Aprovecho la ocasión para recomendarla fervientemente. De lo mejorcito que he visto últimamente desde el sofá de mi casa.





Entre los aspectos a resaltar desde el punto de vista estrictamente cinematográfico destacaría un estilo sobrio y frío que deja al espectador sacar sus propias conclusiones, sin sentimentalismos ni florituras añadidas; una inquietante banda sonora (obra de Pierre Jansen) que, junto a las sempiternas campanadas que resuenan por todo el pueblo, contribuyen a incrementar paulatinamente el desasosiego a medida que avanza el film; unos movimientos de cámara (travellings, zooms, picados...) que nada tienen que envidiar a los del maestro Hitchcock; y el acertado uso de ciertos planos cargados de simbolismo (a destacar, entre otros, la gota de sangre en la rebanada de pan con mantequilla, o el piloto parpadeante del ascensor al final de la película, que no es sino un símil con el latido de un corazón...).






Me encanta también la forma en que el director hilvana ciertas escenas, por ejemplo, a la escena del baile en que Popaul deja ver -de cara al espectador, porque ella estaba de espaldas- su obsesión por Hélène a través de la mirada, le sigue otra escena en la que vemos a la maestra explicar a los niños, de excursión por una gruta, que el hombre de Cromagnon se conducía básicamente por su instinto. La conexión entre ambas secuencias es evidente, y me temo que ya estoy diciendo demasiado aunque, no se preocupen, esta peli va mucho más allá del manido recurso descubran-al-asesino...











Resumiendo, que estamos ante una grandísima película de intriga con tintes de cine negro, cuyo excelso trabajo de dirección actoral consigue atrapar con fuerza a través de la complejidad que encierran sus protagonistas.

Excelente. De ahora en adelante creo que prestaré más atención al cine de Chabrol (y al de Stéphane Audran, por supuesto). Aquí hay talento. Sus imágenes, como las buenas fragancias, son de las que perduran.









Pero cuán importante es la mirada en un actor; puede decir tanto con tan poco...

viernes, 18 de diciembre de 2009

Charleston & Daft Punk

Una de esas cosas raras que circulan por la Red... Tomen nota de los pasos y a ver si así nos vamos preparando todos para el bailoteo navideño, que hay que sorprender en la fiesta. A mí me falta ya muy poco para aprenderlo, tan sólo se me atasca un paso. Sigo con ello... ;-)

¡¡Buen fin de semana a tod@s!!



martes, 15 de diciembre de 2009

Sin prejuicios sobre Manolito

Manolito Gafotas es para mí una de las pocas, poquísimas comedias españolas de los últimos tiempos, que ha conseguido hacerme pasar un rato más que agradable y divertido frente a la pantalla, a través del sencillo humor con que se narran las escenas cotidianas que viven sus personajes. Retrato de una familia humilde de un barrio obrero madrileño, con sus apuros, sus miserias, sus desgracias, pero también con sus pequeñas alegrías, su capacidad para sobrevivir ante tanta adversidad y su particular filosofía de la vida.


Miguel Albaladejo consigue realizar una magistral adaptación de las novelas de Elvira Lindo, gracias a la participación en el guión de la propia autora, y gracias también a unas interpretaciones frescas, naturales y, en definitiva, muy creíbles, que seguro os consiguen arrancar más de una sonrisa y puede que en determinados momentos hasta alguna que otra lágrima... En mi opinión, un producto muy recomendable que, desgraciadamente, fue infravalorado incluso antes de su estreno por pertenecer al género que pertenece y tratarse de una cinta del injustamente ninguneado "cine familiar". Y es que estamos frente a una película muy alejada del prototipo de comedias americanas para adolescentes, de humor grotesco y vulgar, así como de cierto tipo de comedias pretendidamente sofisticadas pero vacías en su interior. Aquí tenemos un humor patrio muy sano, fresco y con ese toque de ingenuidad tan tierno que sólo los niños pueden darle.


Por cierto, existe una secuela dirigida por un tal Juan Potau que no tiene absolutamente nada que ver con esta pequeña maravilla de la que estamos hablando. Desde aquí aprovecho para advertir a todo el mundo. Se me hace duro decirlo, pues seguro Juan Potau puso todo su empeño y buena voluntad en ese film, pero, con el debido respeto hacia todos los en ella involucrados (El Gran Wyoming también andaba por ahí...), le salió una auténtica bazofia que no hay por donde cogerla. Un producto indigno de llevar la etiqueta "Manolito Gafotas" en su título. Quedan avisados. La primera, eso sí, muy recomendable. Yo diría que incluso tiene efecto terapeútico; la deberían proyectar en hospitales, geriátricos, etc. Ayuda a subir el ánimo a cualquiera. Una maravilla. Y sé que muchos se habrán sorprendido con esta entrada...


¡Ea!, saldada pues la deuda que tenía con esta película. Otro día les hablo de El Milagro de P. Tinto, otra gran comedia española de nuestros días, aunque de un tipo de humor muy diferente...

viernes, 11 de diciembre de 2009

Jazz Sessions (XVII)




El scat es una suerte de improvisación jazzística que consiste básicamente en emplear la voz como si fuera un instrumento más. Construido a base de unir sílabas y palabras de forma aleatoria, sin sentido, y dotado de un ritmo frenético, requiere de una grandísima habilidad por parte de quien lo canta. Mis preferidos siempre fueron Ella Fitzgerald y Louis Armstrong. En esta ocasión recuperamos un viejo tema de la primera para el disfrute y deleite de los aquí reunidos: "How High The Moon". A mí me sigue impresionando, no sé a ustedes...




Esto, o se lleva en los genes o no se tiene; no hay forma humana de aprenderlo. Exhausta debió acabar... Por cierto, a una media de 384.000 km sobre nuestras cabezas y alejándose a razón de 4 cm/año, con lo que, a la vuelta de unos cuantos millones de años los eclipses totales de Sol dejarán de serlo... ;-)



No soporto #11

Luis Miguel.


Ni su música, ni su corte de pelo, y mucho menos, su impostada sonrisa Profident. Lo siento, no lo soporto.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

¿Un baile, señorita?

Actuaciones como ésta evidencian y dan aún más fuerza si cabe al merecido sobrenombre con que era conocido nuestro amigo Frank Sinatra.

Gócenla.




Nadie fraseaba las canciones tan bien como Sinatra, y además con un swing y elegancia innatas. Probablemente, el cantante de mejor pronunciación que jamás ha existido. Si uno quiere comenzar a acostumbrar su oído a la lengua de Shakespeare, por aquí debe empezar, por La Voz.

Grandísimo disco éste de Sinatra y Jobim del año '67. Una exquisitez (y seguro que nuestro buen amigo Dana Andrews piensa parecido...).



"Change Partners" (Sinatra & Jobim, 1967)

Must you dance every dance with the same fortunate man?
You have danced with him since the music began.
Won't you change partners and dance with me?
Must you dance quite so close with your lips touching his face?
Can't you see I'm longing to be in his place?
Won't you change partners and dance with me?

Ask him to sit this one out and when you're alone,
I'll ask the waiter to tell him he's wanted on the telephone.
You've been locked in his arms ever since heaven-knows-when.
Won't you change partners and then,
You may never want to change partners again.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Inmortal Mozart


Mozart Sings His Requiem (Thomas W. Shields)

Corría el año 1791. Un Mozart de salud endeble y agotado por las extenuantes jornadas de trabajo que él mismo se imponía, se encuentra trabajando en "La Flauta Mágica" cuando, de repente un día, recibe un misterioso encargo que a la postre se convertiría en su última composición: la famosa e inacabada Misa de Réquiem.

Trabajando siempre hasta agotar sus fuerzas y con el convencimiento, cada vez más firme, de que se hallaba escribiendo su propio Réquiem, Mozart se afana en terminar, en el plazo establecido, tan extraño encargo.

Sobre la identidad del misterioso hombre poco se sabe (o más bien, poco sé yo), ni tan siquiera sabemos a ciencia cierta si lo visitó en más de una ocasión. De lo que no hay duda, pues así fue relatado posteriormente por su esposa Constanze, es que esta figura llegó a convertirse en algo casi sobrenatural para su querido esposo; Mozart acabaría viendo a esta persona como un mensajero enviado del Más Allá con el propósito de anunciarle el final de sus días.

Y así llegamos a la triste noche de su muerte. Era aproximadamente la una menos cinco de la madrugada del lunes 5 de diciembre de 1791 ─en este preciso instante se cumplirían exactamente 218 años─ cuando Mozart, a la edad de 35, decía adiós a este mundo para pasar a formar parte, ipso facto, de ese reducido grupo de genios inmortales que conforman la posteridad.

Sabemos que el Réquiem no fue compuesto en su orden litúrgico. Se cree que el "Lacrimosa", que precede en la obra al "Ofertorio", pudo ser la última música compuesta por él, y es por eso que la rescato para ustedes en esta entrada. Las últimas notas surgidas de la mente de un genio.



Manuscrito de la última página del Réquiem



Señoras, señores, vayan buscando el reclinatorio; obligado postrarse ante esta maravilla. Solemne, histórica, majestuosa... cuasi divina.




Decía Haydn, coetáneo suyo: «La posteridad no volverá a ver un talento así en más de cien años». Pasaron ya casi 220 y seguimos sin verlo...

domingo, 29 de noviembre de 2009

Jazz Sessions (XVI)

En estas tardes lluviosas de otoño, cuando ya el verano no es más que un vago recuerdo almacenado en algún recóndito punto de mi cerebro, es precisamente cuando más me apetece escuchar la dulce y aniñada voz de Blossom Dearie. Su exquisita melancolía me hace entonces perder la mirada en el infinito... "Once upon a summertime".







Once upon a summertime (Blossom Dearie)

Once upon a summertime, if you recall
We stopped beside a little flower stall
A bunch of bright forget-me-nots
Was all I'd ever let you buy me

Once upon a summertime just like today
We laughed the happy afternoon away
And stole a kiss in every street cafe

You were sweeter
Than the blossoms on the tree
I was as proud as any girl could be
As if the mayor had offered me
The key to Paris

Chorus (2x):
Now another winter time has come and gone
The pigeons feeding in the square have flown
But I remember when the vespers chimed
You loved me once upon a summertime

viernes, 27 de noviembre de 2009

Como un Torrente (Vincente Minnelli, 1958)




Interesante historia que nos cuenta el regreso de un escritor frustrado ─y oveja negra de su familia─ a su antigua ciudad natal, la pequeña localidad de Parkman, un sitio en el que todos se obstinan por guardar las apariencias, y los problemas que traerá consigo dicho regreso: enfrentamiento con el hermano mayor, escándalo por reyerta en la prensa local, etc.

Protagoniza la historia un sobrio ─a pesar del mucho alcohol que le vemos ingerir─ Frank Sinatra, en el papel del escritor Dave Hirsh, con poca percha para ser la estrella pero dando vida a un personaje que consigue hacer suyo y, acompañándole, la espléndida Shirley MacLaine interpretando a Ginnie, una ingenua y simpática prostituta perdidamente enamorada de él. El gran Dean Martin aparece como Bama Dillert, un mujeriego y borrachuzo jugador de cartas que entablará una gran amistad con el escritor.

No es que estemos ante una obra maestra del Séptimo Arte (yo la tengo en menos estima que la mayoría de la crítica), pero merece la pena echarle un vistazo, aunque sólo sea por algunas de las intervenciones de Dean Martin, un Dean Martin que en esta película luce un sombrero ─le trae suerte dice─ que no se quitará hasta el final... La presentación de su personaje en el bar de Smitty es genial. Y aquella escena en la que le vemos sacar de una maleta dos pares de zapatos para abrirle hueco a cuatro botellas de whisky es sencillamente antológica. Nuevamente, Dino y su fama de bebedor; realidad, ficción... Siempre disfrutó con este tipo de bromas delante de las cámaras.


A ver quién es este señor del sombrero...



Voilà, nuestro querido Dino! :-)



Mención especial a la colorida fotografía de William H. Daniels, en la que abundan los colores vivos (ocres, rojos, amarillos...), y a la impresionante banda sonora de Elmer Bernstein. Memorables sus temas de apertura y conclusión. Por cierto, no he visto película en que se empine más el codo que en ésta. Es increíble cómo beben alcohol sus personajes, presten atención a este detalle.


Repito, a mí no me parece que sea la obra maestra que muchos se empeñan en ver, pero eso no quita que estemos ante un gran melodrama clásico. Probablemente, de lo mejor que hizo Dean Martin en cine junto a "Bésame, Tonto" y "Río Bravo", en mi opinión, trabajos muy superiores a la que hoy nos ocupa. Aquí tienen el tráiler. Véanla y juzguen ustedes mismos. Buen fin de semana, amigos ;-)


lunes, 23 de noviembre de 2009

No soporto #10

Gran Hermano y Operación Triunfo.




Creo que la fórmula ya fue suficientemente (sobre)explotada.

viernes, 20 de noviembre de 2009

¡Que nadie duerma!

Nunca fui a la ópera, son pocas las que he escuchado de principio a fin y no entiendo de voces ni de dirección de orquesta. Sólo sé que habría pagado lo que no tengo por presenciar en directo este pasaje de Turandot, una de las obras más conocidas de Giacomo Puccini.




El "Nessun Dorma" cantado por los Tres Tenores es una pieza de las que erizan el vello, una auténtica obra de arte. Impresionante, y no acierto a decir nada más.





De haber sido yo el director de orquesta, y llegado el final, me habría encantado romper la batuta, lanzarla al aire y pegarle un empujón al atril. Después de esto ya no hay forma humana de hacer algo más grande.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Jazz Sessions (XV)

Esta entrada la subo a hemisferio izquierdo en stand-by. No le busquen explicación.


Adivinen cuál es la imagen que más gracia me hace...



lunes, 16 de noviembre de 2009

¿Valió la pena?

Un año se cumple hoy desde aquella primera y tímida entrada que poca gente tuvo la suerte o desgracia de leer. Quería celebrarlo con una canción y desde el principio tuve bien claro que sería un título, o bien de Queen, o bien de Dean Martin, mis dos mayores pasiones musicales. Al final me decanté por los primeros porque tienen una canción que ni al pelo: "Was it all worth it", que en castellano sería algo así como "¿Valió la pena?".

Enérgica, alegre, entusiasta, apasionada, algo misteriosa, surrealista a veces... Así es esta canción y así pretendí ser yo a lo largo de este año. Me gusta ─y así lo siento─ ponerle pasión a lo cosas, porque, ¿qué es la vida sin pasión?. A buen seguro, algo muuuuucho más aburrido...





"Was It All Worth It" (¿Valió la pena?)

What is there left for me to do in this life.
Did I achieve what I had set in my sights.
Am I a happy man, or is this sinking sand,
Was it all worth it, was it all worth it.
¿Qué me queda por hacer en esta vida?.
¿Logré todo lo que me había propuesto?
¿Soy un hombre feliz, o estoy sobre arenas movedizas?
¿Valió la pena?, ¿valió la pena?

Yeah, now hear my story, let me tell you about it.
We bought a drum kit, blew my own trumpet.
Played the circuit, thought we were perfect.
Was it all worth it, giving all my heart and soul and
Staying up all night, was it all worth it,
Living breathing rock n'roll, a godforsaken life,
Was it all worth it, was it all worth it all these years.
Sí, ahora escuchen mi historia, déjenme contarles.
Nos compramos una batería, yo me daba bombo.
Tocábamos en el circuito, nos creíamos perfectos.
¿Valió la pena entregar mi corazón y mi alma y quedarme despierto toda la noche?, ¿valió la pena vivir respirando rock & roll, una vida abandonada por Dios?
¿Valió la pena?, ¿valió la pena todos estos años?

Put down our money without counting the cost,
It didn't matter if we won, if we lost,
Yes we were vicious, yes we could kill,
Yes we were hungry, yes we were brill,
We served a purpose, like a bloody circus,
We were so dandy, we love you madly.
Was it all worth it, was it all worth it,
Living breathing rock n'roll, this godforsaken life,
Was it all worth it, was it all worth it,
When the hurly burly's done
Pagábamos sin contar los gastos,
No importaba si ganábamos, si perdíamos,
Sí, fuimos viciosos; pudimos matar,
Sí, pasamos hambre; fuimos brillantes,
Servimos a un propósito, como un maldito circo,
Fuimos tan elegantes, te amamos con locura.
¿Valió la pena?, ¿valió la pena vivir respirando rock & roll, una vida abandonada por Dios?
¿Valió la pena?, ¿valió la pena ahora que se acabó el alboroto?

We went to Bali, saw God and Dali,
So mystic, surrealistic.
Was it all worth it, giving all my heart and soul,
Staying up all night, was it all worth it,
Living breathing rock n'roll this never ending fight,
Was it all worth it, was it all worth it,
Yes, it was a worthwhile experience,
It was worth it.
Fuimos a Bali, vimos a Dios y a Dalí,
Tan místicos - surrealistas.
¿Valió la pena entregar mi corazón y mi alma y quedarme despierto toda la noche?
¿Valió la pena vivir respirando rock & roll, esta lucha sin final?
Sí, fue una experiencia provechosa.
Valió la pena.


Como dice esta última frase: valió la pena, gran experiencia. Simplemente por el hecho de haberos conocido y por todo lo que aprendí a vuestro lado, ya mereció la pena con creces. Pero no os preocupéis que esto no es una despedida, sino una celebración. El espectáculo debe continuar y, Dios mediante, continuará un tiempo más. Hasta la próxima entrada, amigos. Gracias por estar ahí. Seguimos al pie del cañón...




Grandes, muy grandes.







Nota: Podéis encontrar la canción en el álbum The Miracle (1989). La primera de las fotos, la de los plátanos, pertenece a la promoción de Innuendo (1991). Y el del cañón soy yo... ;-)

jueves, 12 de noviembre de 2009

2012, 2009 VA, meteoritos y asteroides


De las cuatro últimas veces que he ido al cine a lo largo de estas semanas, en tres de ellas vi el tráiler de "2012". Mañana se estrena en nuestro país. Menuda promoción le están haciendo...

Y es que, después del fracaso que supuso "10.000" (película mala donde las haya), Roland Emmerich ha vuelto a darle uso al software de destrucción masiva (le encanta arrasarlo todo), ése que tan espectaculares resultados le dio en títulos tan estresantes como "Independence Day" o "El Día de Mañana". Supongo que a estas alturas ya debe de tenerlo más que amortizado...



Hablando de destrucción, ¿sabían ustedes que el pasado viernes 6 de Noviembre un pequeño asteroide de unos 7 metros de diámetro pasó a tan sólo 14.000 Km de la Tierra? 2009 VA es el nombre con que bautizaron a la criatura. De haber impactado, no es que hubiese provocado una gran hecatombe, pero sí que habría dejado un cráter más que gracioso... Lo más preocupante es, sin embargo, que fuera descubierto tan sólo 15 horas antes de su visita, y no se crean, que suele ser lo habitual; muchos de ellos ni se detectan hasta que pasan por nuestro lado o penetran en la atmósfera.

Son tan grandes las excentricidades de sus órbitas y tan "fácilmente alterables" sus trayectorias, por ejemplo, al pasar cerca de un cuerpo pesado como podría ser cualquier planeta de nuestro Sistema Solar, que es muy difícil tenerlos localizados si tenemos en cuenta además su reducido tamaño. De momento, el Near Earth Object Program hace lo que puede escudriñando los cielos y registrando todos los datos con vistas al cálculo de trayectorias, pero esto no deja de ser una lotería en la que no se descarta que uno de estos años pueda tocarnos "el Gordo"; está dentro de lo posible.




Y bien, ya que salió el tema ─en realidad lo de "2012" era el Macguffin─ aprovecho para poner un poco de orden en lo referente a terminología:

  • Denominamos objetos Apolo a todos los asteroides que pasan "rozando" nuestro planeta, entendiendo por rozar aquellos que se aproximan a la Tierra más que nuestro vecino Venus. Luego el 2009 VA podría catalogarse como objeto Apolo.
  • Otra cosa, sólo es correcto hablar de meteorito cuando el asteroide en cuestión alcanza la superficie de la Tierra. Si no llega a tocar suelo hablamos de meteoroides o asteroides (dependiendo del tamaño; más grandes los segundos), pero nunca de meteorito.
  • Y por último ─supongo que bien conocido por todos, pero por si acaso hay algún despistado lo comento─, las estrellas fugaces, cuyo nombre científico es micrometeoros (meteoro = fenómeno atmosférico), es un fenómeno meteorológico que nada tiene que ver con las estrellas. Se trata simplemente del rastro luminoso que deja una partícula sólida al penetrar a gran velocidad en nuestra atmósfera, cuando, a consecuencia de la fricción con las moléculas gaseosas, se quema e incendia el aire mismo a su paso hasta volverse pura ceniza. Normalmente hablamos de partículas del tamaño de un grano de arroz (o incluso más pequeñas aún), que pueden llegar a alcanzar velocidades de hasta 100.000 Km/h, ahí es nada. A los meteoros de mayor tamaño se les llama bólidos.

No lo dije todavía, pero la mayoría de los asteroides se concentran en el espacio comprendido entre las órbitas de Marte y Júpiter, en lo que se conoce como el «Cinturón de Asteroides». Según las últimas teorías, las fuertes mareas inducidas por un planeta tan masivo como Júpiter habrían impedido que estos fragmentos de metal y roca pudieran condensarse por acrecentamiento hasta formar un nuevo planeta, de manera que ahí los tenemos todos dispersos. Ni que decir tiene que los únicos que podrían constituir verdadero peligro son los que consiguen escapar de esta región, o los que vienen de atrás...



Bueno, por hoy ya es suficiente. Espero no haberles aburrido demasiado con estas cuestiones. Hacía tiempo que no hablaba de estos temas y ya sabéis que me entusiasmo, no puedo evitarlo ;-) ¡Hasta la próxima, amigos! Y no dejen de alzar la vista al cielo. Yo hace años vi un gran bólido, ¡y a plena luz del día!...




¡Ah, se me olvidaba!, se baraja el nombre de Roland Emmerich como el director encargado de llevar al cine la obra magna de Isaac Asimov: "Fundación". A mí no me deja muy tranquilo la noticia. En fin, ya veremos...

martes, 10 de noviembre de 2009

Pollo frito

A veces buscamos en los blogs lo que hace tiempo ya no encontramos en ninguna otra parte, y ciertamente, hay ocasiones en que tenemos éxito. Otras, en cambio, no tanto... Yo sólo puedo ofreceros hoy un poco de «pollo frito». A través de Queen, eso sí.






¡Buen provecho! ;-)

sábado, 7 de noviembre de 2009

District 9 (N. Blomkamp, 2009)

No es la revolución de la ciencia ficción, como había oído por ahí, pero se deja ver con interés; diferente, podríamos decir. Al principio, cuesta un poco adaptarse a su estilo de falso documental y a los movimientos bruscos de cámara, pero a medida que avanza se olvida uno de eso y consigue atrapar con curiosidad creciente.




Básicamente, se nos describe un posible contacto con una civilización extraterrestre, no muy espabilada, dicho sea de paso (por una vez en la vida la nave aterriza fuera de los Estados Unidos...); los problemas de convivencia que comienzan a surgir tras la reclusión de los alienígenas en lo que se conoce como el Distrito 9; y en cómo una persona anodina y pusilánime puede convertirse de la noche a la mañana en el principal foco de atención estatal.

Los actores son desconocidos, aunque alguna cara me resultó extrañamente familiar, posee algunos toques de humor que le dan a la narración cierto aire gracioso muy original, y el final queda abierto a una posible secuela (esto último me da igual porque probablemente no vaya a verla).

Lo que se echa de menos: pues iba a decir que una mayor profundidad y desarrollo tanto de historia como de personajes (el protagonista lo hace bien, se gana la complicidad del espectador a lo largo de su transformación), pero la verdad es que no procede; los personajes son presumiblemente como quisieron retratarse y la historia no deja de ser un mero episodio anecdótico sin mayor pretensión, o al menos, esa es la impresión que me dio. Si se ve con las justas expectativas y sin esperarse uno el culmen de la ciencia ficción, gustará. Es entretenida y siempre son de agradecer propuestas diferentes. Los efectos digitales están muy conseguidos, bien integrados con la imagen real.



jueves, 5 de noviembre de 2009

Jazz Sessions (XIV)

Pocas mujeres han logrado cantar los temas de amor con el sentimiento y la sensualidad que imprimía a sus grabaciones Julie London. Me pasaría toda una noche escuchando esta canción: "Two Sleepy People". ¡Qué digo toda una noche! ¡Toda una vida!...





"Two Sleepy People" (Julie London)

Here we are, out of cigarettes,
Holding hands and yawning; look how late it gets,
Two sleepy people by dawn's early light,
And too much in love to say good-night.

Here we are, in the cozy chair,
Picking on a wishbone from the Frigidaire;
Two sleepy people, with nothing to say,
And too much in love to break away.

Do you the remember the nights we used to linger in the hall?
Father didn't like you at all,
Do you remember the reason why we married in the Fall?
To get a bit of rest, and get this little nest.

Here we are, just about the same,
Foggy little fella, drowsy little dame;
Two sleepy people by dawn's early light,
And too much in love to say good-night.


Si una voz puede calificarse de elegante, no hay duda entonces de que estamos ante el súmmum de la elegancia.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

José Luis López Vázquez


El pasado lunes, día 2 de Noviembre, se nos fue uno de los más grandes actores del cine español de todos los tiempos, pero no es mi intención repasar su obra en esta entrada; en las últimas horas pudimos leer infinidad de homenajes que ya lo hacen con gran esmero.

Me gustaría tan sólo haceros partícipes de una impresión personal que me acompaña desde largo tiempo: a pesar de las enormes y evidentes diferencias físicas que había entre ambos, siempre vi a José Luis López Vázquez como la versión española de James Stewart...

El primero, bajito, calvo y con bigote. Jimmy, repeinado, muy alto y algo desgarbado. Sin embargo, ambos, con un don especial para esto de la interpretación. Los dos hicieron, además de cine, teatro y televisión, siendo ampliamente reconocidos en todos los medios. En su haber, un buen puñado de obras maestras tanto en el drama como en la comedia. Y lo más importante, lo que más me llamó siempre la atención: tanto uno como otro tenían cara de "gente", de ciudadano común y corriente, y si me apuran me atrevería a decir que hasta de buena persona. Quizá por ello al espectador nunca le costó ningún esfuerzo identificarse con sus personajes. Les podía pasar cualquier cosa, nos podía pasar cualquier cosa... Con pocos actores he llegado a sentir la empatía que sentía con estos dos grandes genios del celuloide.

José Luis López Vázquez, descanse en paz.

domingo, 1 de noviembre de 2009

El Imaginario del Doctor Parnassus (Terry Gilliam, 2009)




La acción transcurre en el Londres actual. Un grupo de comediantes, capitaneados por el misterioso Dr. Parnassus (Christopher Plummer), recorre con su teatrillo ambulante las oscuras calles londinenses ofreciendo a los transeúntes un extraño espectáculo de magia e ilusión.



En un momento de la historia, y en determinadas circunstancias que prefiero no desvelar (inolvidable la escena de presentación del personaje de Heath Ledger), se encuentran con un tipo que sufre amnesia y no recuerda nada acerca de su identidad... Lo recogen y acaba uniéndose a la troupe de actores.



A todo esto, hay que decir que el Dr. Parnassus está constantemente vigilado por el mismísimo diablo (un imponente Tom Waits), quien no deja de desafiarle con continuas y arriesgadas apuestas. En la última, está en juego la propia hija de Parnassus (Lily Cole); gana el que antes consiga atrapar cinco almas.

Este es, a grandes rasgos, un pequeño esbozo del argumento. Partiendo de estas ideas Gilliam consigue transportarnos con su historia a un mundo donde gobierna la imaginación, un mundo donde cualquier cosa es posible y en el que las leyes que rigen el nuestro pierden su validez.



Colorista, luminosa, mágica, fascinante, pero también oscura, sombría, triste y aterradora. Así es El Imaginario del Dr. Parnassus, así es también nuestra imaginación: un alma, mil caras. Hay que reconocerle al ex Monty Python la destreza con que salvó la desgraciada y temprana muerte de Heath Ledger. Completando el papel que éste no pudo terminar aparecen, en este orden, unos clónicos Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell. Cuatro rostros para un mismo personaje, no obstante, no es problema alguno; los cambios quedan perfectamente justificados desde el punto de vista argumental.

Resumiendo, gran poderío visual sustentado por unos espléndidos efectos digitales y una buena narrativa, mucha fantasía, y en definitiva, entretenimiento sin fin. Una película que no dejará indiferente a nadie: o te atrapa y te encanta si eres capaz de atravesar el espejo con el chip adecuado, o de lo contrario, no logras ver más que cosas raras sin aparente sentido y terminas por aburrirte. A mí me atrapó. Si os gusta el estilo de Tim Burton es probable que os lo paséis bien con este trabajo; hay bastantes similitudes entre ambas formas de entender el cine.


Foto de promoción en Cannes



Y por si todo lo anterior no bastase, además, varios personajes tararean en un par de escenas el famoso "That's Amore" de mi querido Dean Martin. No podemos pedirle más... Lo único que no acabo de entender es cómo un estreno de estas características ha sido distribuido con tan pocas copias en nuestro país.

De regalo, para todos aquellos que consiguieron llegar hasta el final del post, un tráiler con lo último de Spike Jonze, el director de "Cómo ser John Malkovich". El 18 de diciembre llega a nuestras pantallas. Le precede un gran éxito en las taquillas americanas...