miércoles, 21 de noviembre de 2012

Equipos de ensueño

Star Wars


Hace un tiempo ya apareció en el blog el único Dream Team que hubo y habrá en la historia del baloncesto (aquí). Llega el momento hoy de repasar algunos de mis "Equipos de Ensueño" en otros ámbitos bien distintos: cine, música y entretenimiento en general.



Los Hermanos Marx


Los Hermanos Marx.

Groucho, Harpo, Chico, Zeppo y Gummno. El último no aparece en la foto (y tampoco hizo cine). Los tres primeros, los más conocidos. Unos genios del humor. Sus películas probablemente sean las que mejor resisten el paso del tiempo. Se sienta uno a verlas y todas pasan en un suspiro, ni te das cuenta; te vuelves a tronchar de risa por más veces que las hayas visto. Ingeniosos, alocados, surrealistas, picarones... Estos tipos tenían más tablas que un libro de estadística. Los recuerdo con mucho cariño desde mi más tierna infancia. Llegué a tardar bastante tiempo en darme cuenta de que el bigote de Groucho era pintado.



Queen


Queen.

En la foto, y de izquierda a derecha: Roger Taylor, Brian May, Freddie Mercury y John Deacon. Fueron el grupo musical de mi adolescencia. Con lo leído y lo escuchado, llegué a creer que eran los mejores haciendo música. Se podría decir que casi los idolatraba (debe de ser ésta una necesidad imperiosa en la vida de todo adolescente). Poco después, conforme iba sumando años (que no canas), me di cuenta de que la cosa iba de gustos. Tampoco merece la pena cogerse un berrinche por nada de esto. De vez en cuando, sigo pinchándome uno de sus discos para recordar viejos tiempos.



The Rat Pack


The Rat Pack.

Infancia, adolescencia y ahora... ¡segunda adolescencia! He aquí los tipos que más me han llamado la atención en estos últimos años (de izquierda a derecha, en la foto de arriba): Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr., Peter Lawford y Joey Bishop. Elegancia, clase, buena música, un sentido del humor envidiable, el mejor whisky, muchas mujeres guapas y algún que otro asunto un tanto turbio. Todo lo que rodeaba a esta maldita pandilla de ratas, que así es como Lauren Bacall se dirigió una vez a ellos durante unas de aquellas interminables fiestas organizadas en su residencia de Holmby Hills (Los Angeles) junto a su marido Humphrey Bogart, me fascina y de qué manera... Estamos aquí para dos días y ellos lo sabían. Vivieron their own way y se divirtieron como pocos. Me quedo con la espinita de no haber podido tener mesa en el Sands una noche. Con ellos os dejo, my dear friends.



lunes, 5 de noviembre de 2012

Cinco discos



A día de hoy NO son éstos mis cinco discos favoritos, y tampoco puedo asegurar con certeza que hayan sido los más escuchados por quien estas líneas escribe. Lo único que os digo es que, en su día, me dio bastante fuerte por ellos, hasta el punto de dedicarle semanas y semanas de escucha exclusiva a cada álbum. Cinco compras más que amortizadas podríamos decir. Por cierto, fue el amigo Mr. Lombreeze quien sirvió de fuente de inspiración para esta entrada.

Ordenados por rigurosa fecha de lanzamiento, aquí tenéis cinco discos por los que siento especial cariño:



News of the World (Queen, 1977)




Fue uno de los primeros discos que tuve en formato CD. Bonita portada, ¿verdad? Me encanta el tono intimista de algunos de sus cortes menos conocidos. Canela fina.




...But Seriously (Phil Collins, 1989)





Un álbum excelentemente instrumentado, de sonido limpio y puro. Incluye unas cuantas baladas que aún me erizan el vello, algunas no tan conocidas como All of my life.




Neck and Neck (Chet Atkins & Mark Knopfler, 1990)




Podría pasarme horas enteras escuchando este disco mientras sigo el ritmo con los pies. No tiene desperdicio. Dos grandes de la guitarra disfrutando y haciendo disfrutar.




Que me parta un rayo (Christina y Los Subterráneos, 1992)





Me enamoré completamente de Christina con este disco. Me costó encontrarlo, pero cuando di con él fui uno de los hombres más felices sobre la faz de la Tierra.




Blade Runner (Vangelis, 1994)





Blade Runner no sería lo que es sin esta banda sonora. Me la sigo enchufando cuando necesito paz y tranquilidad. Es también la banda sonora de mis momentos de solitud.